Hipopótamos
Polonia | 13 min | Sin Diálogos
Un grupo de mujeres junto a sus pequeños hijos disfrutan de un relajado e idílico baño en las aguas de un oscuro lago. Tal es su tranquilidad que tarde se percatarán que son observadas por un grupo de hombres, quienes poco a poco se irán enajenando por el descontrol de su excitación sexual e irán abriéndose paso de forma brutal hasta saciar su cometido. Una gráfica y crudelísima interpretación de la violencia de género, donde las silenciosas víctimas resultan siendo los pequeños indefensos, pero que también, sin duda, puede dar lugar a diferentes lecturas y opiniones.
Una impactante y reflexiva obra de estética simple, y por lo tanto muy contundente, donde el diseño sonoro, musicalizado por los violines del rumano Alexander Bălănescu, nos pinta un paisaje tenso pero a la vez profundamente bello. Cortometraje no recomendado para personas con alta susceptibilidad hacia la violencia.
"'Hipopotamy' es un cortometraje que habla de la condición humana sin tapujos. No lo hace de un modo vago, ni usa la condición humana para justificar una propuesta vacía... Habla de la condición humana desde el puñetazo en la tripa, de forma directa. En esencia, 'Hipopotamy' expone la eterna disyuntiva entre Jean-Jacques Rousseau y Thomas Hobbes. ¿Es el ser humano bueno o malo? ¿Es el estado natural de los hombres la guerra interminable movida por motivos egoístas? ¿O es posible la armonía? Al principio, el corto nos muestra una escena idílica, con unas mujeres bañando a sus hijos... Hasta que el hombre hace acto de presencia, con sus demandas, su agresividad y sus armas erectas. El caos no tarda en sembrarse, y se suceden imágenes que remueven lo más hondo del alma. El hombre somete a la mujer y destruye al infante. Cuando lo más terrible ha pasado, vemos la posibilidad de una reconciliación en una danza ritual entre hombre y mujer, un lenguaje gestual que sirve para sincronizar las necesidades de una y otra parte. ¿Será la paz duradera? ¿Hemos hallado en la evolución del lenguaje y el conocimiento un modo de romper con lo primitivo? ¿O está la historia destinada a repetirse de otras formas y con diferentes colores?
El cortometraje adquiere un cariz cínico si pensamos en que describe los cimientos de nuestra sociedad patriarcal. Que todo empezó así, y que lo que somos ahora es un resultado de esos actos y esa violencia. Es perturbador entretener la noción de que lo que hemos visto en el cortometraje es una versión extrema de cosas que vemos en el día a día. Después de todo, las relaciones de poder siguen campando a sus anchas en el presente, sólo que camufladas bajo tácticas más sutiles. Puede que sólo hayamos encontrado sistemas más complejos y menos directos de lidiar con nuestra violencia inherente.
Piotr Dumala no es ajeno a temas de calado, pues trabajos anteriores suyos incluyen una versión animada de 'Crimen y castigo' de Fiódor Dostoyevski o una biografía de Franz Kafka. La música de Alexander Balanescu (colaborador habitual de Michael Nyman) enfatiza esa dualidad entre lo más bello y lo más cruento del ser humano. Paz, guerra, sexo, violencia, miedo, muerte, fin abrupto de la inocencia... Temas inmortales que son tocados y tratados con exquisita sensibilidad en menos de un cuarto de hora.
Para encontrar el motivo del título del cortometraje, baste con extraer un par de datos sobre el ciclo vital de los hipopótamos y su comportamiento: "El apareamiento se produce en el agua, con la hembra sumergida durante la mayor parte del encuentro y emergiendo su cabeza periódicamente para tomar aire. Son uno de los pocos mamíferos que dan a luz bajo el agua, como los cetáceos y sirénidos". Y la más reveladora: "Cuando una zona está densamente poblada, o cuando un hábitat comienza a hacerse pequeño, los machos dominantes intentarán en ocasiones matar a las crías, aunque las madres los defenderán de forma muy agresiva, llegando incluso a matar al macho"." (
FilmAffinity)
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